martes, 30 de julio de 2013

Primeras impresiones

   Y una vez más me veo aquí plantada delante de la pantalla a ver qué escribo. Esto va con cuentagotas, pero parece que poco a poco lo voy consiguiendo.

   La verdad que me ha animado bastante todas las felicitaciones que he recibido por el blog, parece que tengo algunos seguidores ya, ¡mil gracias a todos! Intentaré hacerlo lo mejor que pueda y contar cosillas interesantes.

  ¿Por dónde empiezo? Vamos a conocer un poquito mejor este sitio: el llamado "Minnesota nice". Suena bien, ¿eh? Nada más llegar aquí noté que todo el mundo era muy simpático. La gente que va por la calle te saluda sin conocerte, te mira y te sonríe; como en los pueblos pequeñitos en los que la gente saca su silla a la puerta de la casa para tomar el fresco. Esto me llamó la atención en una ciudad que se supone que es grande, en Granada no me encuentro muchos "malafollás" (siempre desde el más profundo cariño) que hagan eso, y menos en Madrid. Aquí los lugareños son muy "nice", aunque un amigo autóctono dice que a él eso no le suele pasar y que puede que a mí si porque soy una "cute" girl...El caso es que parece ser que el apodo les viene porque de primeras todos son muy agradables, te tratan muy bien y te muestran su mejor sonrisa. ¿Después? No se sabe, ¿serán más duros de roer los Minnesotanos? Otra versión que me han explicado es que intentan ser lo más correctos posibles y no enfadarse hasta que cae la gota que colma el vaso y pueden desbordarse...Un ejemplo de un buen comportamiento "nice" me pasó el otro día con el coche.No estoy yo muy acostumbrada a conducir en España, y no digamos a aparcar, y aquí de repente me veo manejando (ya se me están pegando las palabras de los mexicanos de por aquí) una furgo no pequeña precisamente. Mira tú que suerte que llego a un parking vacío y aparco el transatlántico a mis anchas...y cuando vuelvo unas horas después a coger una cosa está lleno, pero da la casualidad de que el único hueco es al lado de mi coche. Muy fina yo había aparcado ocupando dos espacios. Pues un señor me pide amablemente que le deje hueco. Así que muy valiente me subo al carro y venga a hacer maniobras, la cola de coches empieza a formarse...y el señor aún esperando su hueco. Total, pasado un rato desisto y lo dejo peor que estaba, pero más ancha que pancha le digo: "Lo siento, soy nueva con este coche y no sé hacerlo mejor". Él me sonríe y se va a buscar otro sitio...y la fila de coches va desapareciendo. Very nice.

   Aquí o tienes coche o no eres nadie. Las distancias son muy largas y el tema del transporte público brilla por su escasez. Hay autobuses, sí, y un tren que une Minneapolis con St.Paul. Pero las líneas están diseñadas para moverse entre una ciudad y otra, no hay muchas que recorran la ciudad y tampoco demasiados autobuses. Con el coche tardas 10 minutos lo que en bus puede llevarte más de media hora, sin incluir transbordos. En otras ciudades grandes de Estados Unidos, como New York o San Francisco, puedes servirte del transporte público y no necesitar coche, pero aquí es otro cantar. Me encanta eso de conducir, pero prefiero poder ir andando a los sitios o tener más facilidad de movimiento. 

   Minneapolis y St. Paul son conocidas como las "Twin Cities" (ciudades gemelas), con el río Missisipi y unos cuantos lagos de por medio. Yo estoy concretamente en St. Paul (la capital del estado), pero en 20 minutos por autopista o sin pasar por ella estás en Minneapolis (es la más grande y poblada de las gemelas). Si comparamos el concepto distancia-tiempo de aquí con Madrid, esto no es nada, además el tráfico es bastante menor. Los conductores en general son más "domingueros". Mi primera impresión de cada ciudad fue muy diferente. A St. Paul entré nada más volver del aeropuerto y la ví muy tranquila: con sus calles llenas de barrios con casas residenciales, todas diferentes entre ellas, sus tiendas...todo muy llano y en una primera o segunda planta, con el downtown (el centro de la ciudad) a lo lejos, asomando algún que otro rascacielos y un capitolio. Sin embargo unos días después entré a Minneapolis justo al atardecer, cuando las luces de los rascaielos empezaban a encenderse...Desde lejos era todo más impresionante y con un toque mágico que solo ésos edificios saben transmitir, especialmente cuando los miras de noche. Es un paisaje que me atrapa, equiparable a mirar un amanecer desde la playa. Tiene una belleza artificial que me encanta. Para una chica de pueblo como yo la vista de la gran ciudad es algo muy emocionante.

  
Entrada a Minneapolis, aunque en la foto no se aprecie muy bien, intento transmitir una idea de cómo fue una de mis primeras impresiones.

Y acercándose más a los rascacielos...

   Y cada día que pasa descubro un camino diferente, ya sea en coche o en bicicleta, que es el segundo método de trasnporte por excelencia. Hay rutas muy chulas para hacer, mañana prometo colgar una.

  Para cerrar me quedo con la frase famosa de Antonio Machado: "Caminante no hay camino, se hace camino al andar". Las ciudades están llenas de caminos, pero cada uno se construye el suyo propio. Hay recorridos que nos transmiten algo especial y elegimos pasar por ellos una y otra vez. Están esas calles de nuestro barrio que conocemos mejor que nadie, y ésos otros callejones por los que nos gusta perdernos. Y luego está este lugar donde todas las calles son tan planas y tan bien planificadas, donde no hay apenas cuestas y todo parece estar tan ordenado...

miércoles, 24 de julio de 2013

Seguimos construyendo


    Y por fin consigo hacer una segunda entrada....esto del blog es una responsabilidad, mira que siempre lo tengo en mente, pero al final lo dejo pasar y no escribo. Cuando era más pequeña quería ser escritora, no sé en qué momento dejé de escribir como lo hacía entonces, pero hoy todavía mantengo mi propósito de conseguir por lo menos un libro.

   Bueno, pues se supone que cuando se empieza un blog hay que decir un poco en qué consiste y todo eso, y yo me he plantando aquí sin dar muchas explicaciones ¿De qué va mi blog entonces? Pues no lo sé muy bien ni yo misma...Sólo sé que llevo tiempo queriendo hacer uno. Podemos llamarlo una declaración de intenciones, o de muchas cosas. Aquí voy a intentar plasmar un poco mis ideas, reflexiones...con una visión de trotamundos. Ya que no sé dónde voy a plantar el huevo y me encuentro dando tumbos por varios sitios, intentaré compartirlo con otros personajes inquietos como yo. Esto me recuerda una cosa que me suele decir otra sabia viajera: "Algunas personas sentimos que estamos hechas para vivir en otro lugar, como si parte de nosotros perteneciese a otro sitio diferente del que hemos nacido". Yo aun no sé muy bien cuál es mi lugar en el mundo, quizás sean muchos...Lo que sé es que ahora mismo me encuentro aquí, en Minnesota, ese estado bien al norte de Estados Unidos (si miras en el mapa tienes Canadá a dos pasos). No sé si este será mi sitio para mucho tiempo, por lo pronto estoy aquí este verano y después, ya se verá.


   Hasta aquí me he venido, bien lejos como dije. ¿Pero lejos de qué? El concepto de "lejos" es muy relativo. Si cogemos un avión estamos en un momento en la otra parte del mundo. Así que no hay miedo de estar "lejos". Aunque sí tengo que reconocer que se echa de menos lo que tenía antes: mi vida en Granada, mi familia, mis amigos...y sé que todo eso va a seguir ahí, cambiarán cosas sí, pero seguirán estando para cuando vuelva. Por tanto no he podido dejar pasar esta oportunidad.


   Se me planteó la opción de venirme hasta aquí. Unos amigos (a los que les agradeceré todo lo que han hecho por mí siempre) me abrieron la puerta y aun ahora me están ayudando. Y dije ¿por qué no? Total, si estoy buscando eso que llaman futuro, puede que esté ahí. Porque eso del futuro me viene preocupando desde hace ya tiempo. En busca de mi propio sueño americano.

   
   Mi vida, como la de otro muchos de mi generación y de casi todo el mundo hoy día, viene estructurándose en "cursos" desde que tengo uso de razón. Cada curso comienza en septiembre: empieza el año escolar, así que ya está todo planeado, se estudia durante el curso y se disfrutan de las vacaciones en verano (aunque durante el largo curso da tiempo a pasárselo bien también...). Otra vez llega septiembre y vuelta empezar. Hasta que el ciclo se rompió...El último septiembre que recuerdo acabé "definitivamente" de estudiar (lo digo entre comillas porque como dice otro sabio amigo "en la vida nunca hay que dejar de estudiar, de lo que más se aprende es de los libros y de los viajes"; gran verdad) . En realidad me despedí por ahora de la Universidad, y con ello se fue mi vida de estudiante, la que todo el mundo dice que es la mejor...y no dejan de tener razón. ¿Y ahora qué? Pues a trabajar...es lo que toca en teoría, ¿no? Pero la práctica ha sido muy diferente.

   Este último curso para mí ha sido "no escolar", pero tampoco ha sido exactamente laboral...pero sí que he trabajado y he estudiado. La búsqueda ha sido constante, así que podría resumirlo diciendo que me he dedicado a sobrevivir. Es nuestra función en la vida al fin y al cabo y, especialmente, la de muchos jóvenes (y no tan jóvenes) que están en la misma situación que yo: terminan de estudiar y se ven impotentes a la hora de buscar trabajo y no encontrar; pasa el tiempo y siguen buscando...así me he sentido yo. Muy perdida, frustrada otras veces, o muy motivada en conseguir mis metas: una montaña rusa constante como dice otra amiga mía. Pero poco a poco voy aprendiendo a disfrutar de las experiencias que voy viviendo y no agobiarme tanto por el futuro, ya llegará.

   En fin, pues sigo buscando....me he venido aquí lejos a ver qué me encuentro, por lo menos intentaré encontrarme a mí misma, que no es poco, y mientras tanto ya veremos, iré sobreviviendo.



Aprovecha el día de hoy; fíate del mañana lo menos posible. (Horacio)




 Missisipi River (al fondo downtown Minneapolis)

  
   Y esta foto fue una de mis primeras vistas aquí. Hice una ruta con la bici por St. Paul a lo largo del río Missisipi. Y como no, me perdí...estos americanos tienen la manía de hacer todas las calles iguales. Todo es una cuadrícula y hay que andar buscando el norte, sur, este y oeste. Si no sé ni yo dónde tengo mi norte...Pero al final es fácil orientarse cuando te acostumbras, para una que viaja eso de los mapas y la orientación tiene que estar chupado.

  

jueves, 4 de julio de 2013

Primeros pasos...little by little



4th of July Vermillion Lake, MN, USA

            Y como no iba a escribir un día tan importante como hoy, tanto para los americanos como para mí. Si pienso cómo fue el año pasado mi cumpleaños…lo que ha llovido desde entonces…Aquí estoy con una sidra americana en mano, preparando la cena a las 7 de la tarde, un poco tarde aquí sí, pero estamos de vacaciones, concretamente en un precioso lago al norte de Minessota, casi pegando a Canadá. La verdad que no me puedo quejar…este es el momento perfecto para empezar a publicar mi blog. Ya tengo que tener cuidado con lo que escribo porque lo puede leer cualquiera, aunque normalmente soy de decir lo primero que me viene a la cabeza, cosa que me trae muchos problemas a veces, pero soy así, con mis despistes incluidos, qué le vamos a hacer…

            En fin, mi aventura comenzó hace ya una semana y pico (pero mi pereza para empezar el blog ha podido más), aunque vengo aventurándome desde antes…he aquí una mochilera de la vida, una “gastasuelas” y especialista en maletas.
           
            Happy birthday USA and happy birthday to myself too!!

Atardecer,Vermillion Lake, MN